Tarantino recorrió el pasillo dando zancadas, se plantó delante de la pantalla como si fuera el dueño de la sala y anunció: "Muy bien, quiero cerciorarme de que tengo el público adecuado. Voy a hacerles una pregunta. ¿Cuántos habéis visto Reservoir Dogs?". Una tercera parte de los presentes levantó la mano. Tarantino dijo: "Perfecto." La gente comenzó entonces a darse cuenta de que ese hombre que les hablaba era el director en persona. Se podía palpar el entusiasmo que desbordaba la sala. Sin parar de moverse, el director dijo: "Un momento, tengo otra pregunta ¿Cúántos han visto... a ver, levanten la mano, cuántos han visto Amor a quemarropa? La mitad del público levantó la mano. El lugar bullía de excitación. "¡Es Quentin Tarantino!" Mirando por encima del público, Tarantino dijo: "¡Vaya, eso sí que es genial!" Pero permítanme que les haga una última pregunta antes de irme. ¿Les gustó Lo que queda del día? Un puñado de personas levantó la mano entusiasmada, pensando que recibirían una palmada en la cabeza. Y Tarantino gritó: "¿Fuera de aquí ahora mismo!" y se fue por el pasillo malhumorado. Toda la sala reaccionó con una ovación, aplaudiendo y gritando. Se apagaron las luces, se hizo el silencio y así se proyectó por primera vez Pulp Fictión.
miércoles, 25 de abril de 2007
La primera proyección de Pulp Fiction
Estoy leyendo un libro buenísimo sobre el cine independiente de los Estados Unidos: "Sexo, mentiras y Hollywood. Miramax, Sundance y el cine independiente" de Peter Biskind publicado por Anagrama. Así fue la primera proyección de Pulp Fiction:
Tarantino recorrió el pasillo dando zancadas, se plantó delante de la pantalla como si fuera el dueño de la sala y anunció: "Muy bien, quiero cerciorarme de que tengo el público adecuado. Voy a hacerles una pregunta. ¿Cuántos habéis visto Reservoir Dogs?". Una tercera parte de los presentes levantó la mano. Tarantino dijo: "Perfecto." La gente comenzó entonces a darse cuenta de que ese hombre que les hablaba era el director en persona. Se podía palpar el entusiasmo que desbordaba la sala. Sin parar de moverse, el director dijo: "Un momento, tengo otra pregunta ¿Cúántos han visto... a ver, levanten la mano, cuántos han visto Amor a quemarropa? La mitad del público levantó la mano. El lugar bullía de excitación. "¡Es Quentin Tarantino!" Mirando por encima del público, Tarantino dijo: "¡Vaya, eso sí que es genial!" Pero permítanme que les haga una última pregunta antes de irme. ¿Les gustó Lo que queda del día? Un puñado de personas levantó la mano entusiasmada, pensando que recibirían una palmada en la cabeza. Y Tarantino gritó: "¿Fuera de aquí ahora mismo!" y se fue por el pasillo malhumorado. Toda la sala reaccionó con una ovación, aplaudiendo y gritando. Se apagaron las luces, se hizo el silencio y así se proyectó por primera vez Pulp Fictión.
Tarantino recorrió el pasillo dando zancadas, se plantó delante de la pantalla como si fuera el dueño de la sala y anunció: "Muy bien, quiero cerciorarme de que tengo el público adecuado. Voy a hacerles una pregunta. ¿Cuántos habéis visto Reservoir Dogs?". Una tercera parte de los presentes levantó la mano. Tarantino dijo: "Perfecto." La gente comenzó entonces a darse cuenta de que ese hombre que les hablaba era el director en persona. Se podía palpar el entusiasmo que desbordaba la sala. Sin parar de moverse, el director dijo: "Un momento, tengo otra pregunta ¿Cúántos han visto... a ver, levanten la mano, cuántos han visto Amor a quemarropa? La mitad del público levantó la mano. El lugar bullía de excitación. "¡Es Quentin Tarantino!" Mirando por encima del público, Tarantino dijo: "¡Vaya, eso sí que es genial!" Pero permítanme que les haga una última pregunta antes de irme. ¿Les gustó Lo que queda del día? Un puñado de personas levantó la mano entusiasmada, pensando que recibirían una palmada en la cabeza. Y Tarantino gritó: "¿Fuera de aquí ahora mismo!" y se fue por el pasillo malhumorado. Toda la sala reaccionó con una ovación, aplaudiendo y gritando. Se apagaron las luces, se hizo el silencio y así se proyectó por primera vez Pulp Fictión.
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2 comentarios:
La primera vez que vi Pulp Fiction, en los difuntos cine Samaniego,me quedé clavado a la butaca. Desde el atraco, hasta las notas de Al Green y las punzadas del orgullo, hasta el masaje en los pies o el momento galáctico en las que el boxeador elige la Katana, o cuando le borraban el cerito a Rhymes, o la cuarta de libra con mayonesa... Joder¡¡¡ qué peli¡¡¡ Si es que todavía alucino.
Me hubiera gustado estar en Sundance ese día.
Yo recuerdo que estaba en la universidad y un profesor de Historia aparco la clase que tenía preparada y estuvo una hora hablándonos de lo maravillosa que era "Pulp Fiction".
De todas formas si me tengo que quedar con algo de Quentin es con la escena de la tortura (lo de la oreja) en "Reservoir Dogs"
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