Clap your hands say yeah "Some loud thunder"

CLAP YOUR HANDS SAY YEAH
“Some loud thunder”
Sinnamon

“And I'm touched by the same sad feeling of dread / Just to know that you can't wait to see me dead / An idea in your head and a compass in your hand / On a mission to a foreign land”

Dicen que es el heredero de David Byrne, que su voz exhala ecos de Dylan, Cohen o cualquiera de esos cantantes que con una voz pasable consiguen ponerte los pelos de punta. La voz de Alec Ounsworth es histriónica y desafinada. O te encanta o la pateas. Pero el tipo tiene algo que contar y sabe cómo hacerlo. Ounsworth es el alma de este grupo neoyorkino que edita su segundo disco después del sorprendente éxito de 2005. Se autoeditaron, promocionaron el disco por internet y el boca-oreja los ha encumbrado. Destinados a ser la nueva leyenda indie del pop de Nueva York, han optado por abandonar senderos trillados y lanzarse al vacío. Sí, hay sonido indie y canciones pop de los pies a la cabeza como “Some loud thunder” o “Underwater (You & Me)”, pero cuando llevas siete minutos escuchando el disco, el sonido empieza a mutar y las canciones se complican. Aquí no vale el verso y el estribillo. Son composiciones a las que no se llega a con una línea recta entre dos puntos. Angustiosas pero vitales ( “Mama, won´t you keep those Castles In The Air & Burning?”), bandas sonoras para una fiestas lisérgica (“Satan said dance”), perezosamente enérgicas (“Goodbye to the mother and the cover”) y quizás por encima de todas la exultante “Yankee go home”.